En la 20° Feria del Libro de Beijing que comenzó este miércoles, Argentina es el único representante de la literatura hispánica. El país ya participó de la edición 2012, y regresó este año con una cifra mayor de editoriales (generales, universitarias y de formatos electrónicos) y de oferta (libros en áreas como ficción, historia, política, literatura infantil, fotografía, teatro, entre otras). El certamen reúne a más de dos mil empresas del sector procedentes de 76 países, y se desarrolla en un pabellón de más de 10 mil metros cuadrados.
"La idea en estos dos primeros años es conocer el mercado editorial chino. Desde nuestra mirada muy lejana, se trata de empezar a transitar un camino para poder vender los derechos de edición argentinos en China", explicó Agustina Peretti, vocera de la Agencia de Promoción de Exportaciones de Argentina.
Además de contar con un espacio expositivo más grande que el año pasado, el país organizará conferencias académicas y encuentros empresariales entre editores chinos y argentinos para explorar posibles oportunidades de negocio.
Para facilitar los acuerdos y lidiar en las negociaciones sobre el coste de la traducción, la delegación presenta también el PROSUR, un programa del Gobierno Argentino que subsidia el coste de la traducción de libros de literatura del país.
El coordinador del PROSUR, Diego Lorenzo, indicó que "a veces un libro no puede ser publicado debido a que el coste de la traducción es demasiado alto. Nosotros queremos que esto no sea un obstáculo".
Con la ayuda de este programa, el año pasado se logró la traducción de la novela La pregunta de sus ojos, de Eduardo Sacheri, y ahora se busca, entre otras propuestas, que se haga lo propio con El Eternauta, de Héctor Oesterheld.
Además, también se buscará traducir más obras de Julio Cortázar, cuya principal obra, Rayuela, ya se editó en mandarín el año pasado.
La BIBF es la feria más importante del sector en un país con un mercado de unos 900 millones de potenciales lectores que demandan cada vez más títulos internacionales, lo que lleva a las editoriales locales a internacionalizarse año tras año.
En este sentido, el presidente de la red de editoriales de las Universidades Nacionales de Argentina, Carlos Gazzera, aseguró que se trata de un mercado enorme y que, "teniendo en cuenta que el español es una lengua de una comunidad global, las posibilidades trascienden la frontera de un país".
"Es un trabajo complejo y a largo plazo, pero sin duda importante a explotar para la Argentina", añadió.
La organización espera que decenas de miles de personas asistan al evento este año, que se prolongará hasta septiembre, unos días en los que los proveedores de contenidos, los editores y comerciantes de libros digitales presentarán sus novedades para atraer a un público que crece a un ritmo del 25 por ciento cada año.
Fuente: TeleSur
Enlace a la Feria del Libro de Beijing (BIBF, por sus siglas en inglés).
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